La nuestra es una sociedad consumista, de eso no cabe duda.
Poco importa que se trate de alimentos, textiles, repuestos o cualquier otro tipo de producto, todos poseerán un etiquetado que responde a dos derechos básicos de cualquier consumidor, el derecho a la seguridad y el derecho a la información.
Y es que, con frecuencia cuando se desea conocer los componentes de un producto, su procedencia o el responsable del mismo, se recurre a la etiqueta. No obstante, actualmente las etiquetas suelen contener mucha más información de la que se exige, algo que no siempre resulta ventajoso para los usuarios, que en ocasiones se enfrentan a una jerga del todo desconocida y, por tanto, difícil de comprender.
En cualquier caso, las etiquetas deben dar una serie de informaciones concretas como el origen de la producción, incluyendo el nombre de la empresa, su ubicación física y al menos un medio de contacto; asimismo debe figurar la composición del producto y el plazo recomendado para su consumo o uso.
No obstante, y pese a que la mayoría de personas están acostumbradas a ver y leer las etiquetas de los productos antes de adquirirlos, fundamentalmente para ampliar la información sobre ellos, lo cierto es que muy pocos saben cómo se realiza el etiquetado de productos.
Y es que, realizar un correcto etiquetado requiere, como en tantos otros casos, de la tecnología adecuada, contar con equipos fiables capaces de adaptarse a la gran demanda actual a la par que cumplen la normativa vigente es imprescindible para toda industria en la actualidad.
Por eso, son muchos los que acuden a profesionales del sector que cuenten con décadas de experiencia a sus espaldas como es el caso de MARKABLE SOLUTIONS, expertos en sistemas de identificación y señalización por medio de etiquetas, así como en la creación de las mismas y en proporcionar el software necesario para su creación, entre otras especialidades.
Y es que, poseer los equipos adecuados siempre ha sido garantía de éxito, por eso, no merece la pena escatimar a la hora de realizar el correcto etiquetado de los productos que se desean comercializar, dado que cualquier defecto en el mismo impedirá su comercialización.