Una larga estancia en el extranjero para estudiar implica un elevado coste para el bolsillo de cualquier familia. Entre alojamiento, alimentación, viajes y material se nos puede disparar el presupuesto. Por eso a cualquier joven que decida irse de Erasmus le interesarán las siguientes recomendaciones.
En primer lugar elige un destino para estudiar que no resulte excesivamente caro y que se adecúe a tu situación económica. Para conseguir referencias tienes la posibilidad de contactar con algún alumno que se encuentre en esa universidad o país para que te oriente sobre los precios. A través de foros y redes sociales lo tendrás más sencillo.
Hay que preparar el viaje con antelación. Si tienes claro cuándo vas a marcharte lo mejor es que saques los billetes de avión con cierto adelanto. Seguro que puedes ahorrarte unos cuantos euros y además tendrás garantizado el viaje con alguna compañía de bajo coste.
En un intento por ahorrar, también debes contemplar la opción de solicitar becas, tanto al Ministerio de Educación como a la Consejería de tu comunidad autónoma. La cantidad a concederte dependerá de ciertos aspectos como pueden ser el expediente académico y la renta de la familia.
En algún momento echarás de menos algo de tu casa, como pueden ser ciertas prendas de ropa o alimentos. En ese caso, tienes la posibilidad de contratar los envíos de maletas con empresas de transporte económicas, como puede ser el comparador de Sendiroo. Al recurrir a una mensajería te olvidarás de cargar con tu equipaje y pertenencias por los aeropuertos, ahorrando bastante dinero.
En lo referente al hospedaje, la mayoría de Erasmus se decantan por alquilar una vivienda junto con otros estudiantes para de esa manera compartir gastos y resulte más barato el alojamiento. Otra alternativa pasa por irse a vivir con una familia, en donde nos ofrecerán alojamiento y comida a cambio de realizar las tareas típicas del hogar. Esta opción resulta una buena opción para ahorrar y para también perfeccionar el idioma.