Es una gran noticia que un gran distribuidor como Carrefour adopte esta medida, concienciando a los consumidores del valor ecológico de este pequeño gesto e instaurando las ventajas de este formato a la rutina de consumo de los clientes.
El ticket de compra tal y como lo conocemos se encuentra totalmente obsoleto, se extravía con facilidad, se borra a las pocas semanas, genera un residuo… En definitiva, desprotege los derechos de los consumidores a la hora de gestionar garantías o devoluciones y además no es respetuoso con el medio ambiente. Incluso los usuarios profesionales (unos 4 millones en España) invierten muchas horas de su jornada en contabilizar esos pequeños tickets para justificar sus gastos laborales, algo que se evita con el formato digital.
Son unos 14.000 millones de tickets de compra los que se emiten anualmente en España. Sabiendo que la longitud media de estos tickets es de 23 cm. y para darle un enfoque tangible al coste medioambiental que estos suponen, concluimos que podríamos ir y volver a la Luna 4 veces si los pusiéramos en fila. Además, estos tickets en papel tienen un coste económico para los comercios que situamos en unos 140 millones de euros anuales.
Así pues, se estimaba necesaria una herramienta de esta índole. Herramienta que estaba disponible desde hace ya casi 2 años, pero que debido al inmovilismo no parecía consolidarse hasta ahora. Es ahora, en 2017, cuando parece que esta generación de millennials se consolida como abanderada del consumo y demanda nuevas tecnologías que protejan su entorno y que, a la vez, les ofrezcan un servicio.
En los casos actuales, el envío del ticket simplemente requiere de identificarse en el comercio con su aplicación, tarjeta o, simplemente, aportando algún dato identificador. Ya conocíamos enseñas que mandaban el comprobante de compra por email, pero esto repercutía en tener comprobantes escondidos entre los cientos de correos que recibimos y, además, eran remitidos como archivos adjuntos en formatos cerrados que dificultaban su búsqueda: poner “exprimidor” en tu buscador de correo no ofrecía como resultado el ticket de compra de ese exprimidor que se te acababa de romper y seguía en garantía.
Este paso adoptado por una gran marca da la posibilidad de tener todos tus tickets dentro de la aplicación de esa marca, lo que permite tener ubicados todos los comprobantes y facilita enormemente la búsqueda de un producto específico.
Es un sistema muy válido y, debido al celo de su intimidad de los grandes distribuidores, es el paso lógico previo a la unificación de un servicio de alojamiento de tickets de compra. Este modo obliga al consumidor a disponer de las aplicaciones de todas las marcas donde consuma y consultar sus tickets de compra en cada una de estas aplicaciones. No Más Tickets (https://www.nomastickets.com/) lo sabe y comercializa su servicio como marca blanca para grandes distribuidores o cadenas de franquicias, permitiendo ofrecer el servicio de ticket digital a estas marcas con unos tiempos de implementación mínimos, adaptándose a sus metodologías de trabajo y a su imagen corporativa y cumpliendo todos los estándares de confidencialidad y seguridad que esta tipología de clientes exige.
No Más Tickets lleva trabajando en este nuevo sector desde 2013 y ha cerrado integraciones con algunos de los más prestigiosos desarrolladores de programas de caja del panorama, lo que pone también al alcance de distribuidores medianos y pequeños la posibilidad de ofrecer este servicio y que permite que los usuarios tengan todos sus tickets de compra, independientemente del establecimiento emisor, localizados en una misma aplicación. Si el comercio equipa un software de caja partner de No Más Tickets se puede empezar a utilizar el servicio en cuestión de minutos.
Y ¿Por qué no simplificarlo aún más? ¿Sería posible obtener el ticket de compra en formato digital sin necesidad de identificarse en línea de caja ni de descargar ninguna app? Seguro que en casi todos nuestros smartphones ya hemos instalado la app de nuestra entidad bancaria. No Más Tickets está trabajando en diversos proyectos piloto con varias entidades bancarias para que sea el propio pago bancario (tarjeta, contactless, wallet…) el identificador de usuario y sea la propia app bancaria la que muestre el detalle del ticket de compra vinculado al cargo bancario. Sencillo y sin añadidos de ningún tipo.
En definitiva, el ticket digital ya estaba aquí, pero era un patito feo y nadie hablaba de él, ese patito se ha convertido en cisne y aparece -de nuevo- pisando fuerte y para quedarse.
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