Calsots un plato que no puedes dejar de probar en Cataluña
En la región, los calsots es nombrado al brote de la cebolla blanca que al estar completamente desarrollada aporta una alta cantidad de nutrientes y sabores que difícil explicación, normalmente sembrada en los últimos tres meses del año y posteriormente cosechada a la llegada del verano, representa uno de los más deliciosos platillos que podrás disfrutar en tu visita en Cataluña.
Posiblemente en otros países este tipo de brote se le conozca de diferentes nombres, pero solo en España es posible degustarla en el estilo único de la parrilla e incluso para los Españoles realizar una Calçotada es una celebración que no puede dejarse pasar en el año.
Su origen principal es de Valls, una pequeña región catalana que posee el mayor cultivo de Calsots, sin embargo en muchas otras regiones como en Cataluña ya comienza a verse una excelente producción de estos increíbles brotes.
¿Cómo se come un Calsots en Cataluña? calsotada / calçotada
La forma tradicional en la cocción de los Calsots, es a la parrilla, sin embargo muchos que no poseen espacio para realizar parrilladas, proceden hacerlos al horno y aunque el sabor es diferente, muchos aseguran que la dulzura de su interior no se opaca con el ahumado de las brasas, pero a efectos de la mayoría, a la parrilla va ganando la competencia.
Una vez son cosechados y pasado en los rigurosos procesos de limpieza y selección son colocados con raíz y sus hojas directo a las brasas, dejándolos quemar al punto que su primera capa de hoja quedan negras, posteriormente son retiradas del fuego y colocadas en periódico para mantener su calor a la hora de comenzar a comerlos.
Mientras tanto el comensal deberá colocarse el delantal de Calsots, en espera del mágico platillo, una vez servido comienza lo mejor, la degustación, para ello el comensal tomaran la punta de las hojas (el extremo superior), y comenzara a pelar el brote quitando hacia abajo las hojas quemadas, una vez hecho esto lo siguiente será mojarlo en la salsa especial de romesco y de un solo bocado se lleva a la boca.
Existen variantes en el modo, algunos utilizan cubiertos, otros comen hasta las hojas quemadas, y tienen la posibilidad de experimentar probando con otras variantes de la salsa romesco o simplemente solo o acompañado con un toque de aceite de oliva y pimienta fresca molida, el sabor seguirá siendo el más indescriptible sin importar el estilo.
Es una receta sencilla, y llena de sabor, un platillo que no puedes dejar de probar al visitar Cataluña.