El hormigón, conocido también como concreto, es un producto que se deriva de una mezcla de cemento, agua y otros agregados o materiales áridos como la arena, la grava y la gravilla dependiendo del uso y el acabado que se le quiera dar. El cemento en sí funciona como el componente del hormigón que permite que se adhieran el resto de los materiales al mezclarlo con agua.

Por medio de este sistema se obtiene un revestimiento fuerte, duradero y resistente al fuego que puede aplicarse en casi todas las superficies. Los pavimentos convencionales pueden reemplazarse fácilmente con la técnica del hormigón, aportando naturalidad, elegancia y dinamismo a cualquier locación como urbanizaciones, parques, chalets, piscinas, restaurantes, entre otras aplicaciones.

Entre las características del hormigón vale detallar que es un producto fuerte, capaz de soportar diversas condiciones ambientales, convirtiéndolo en la técnica predilecta de los arquitectos, de los profesionales del diseño y la construcción. Conforme van avanzando las herramientas y procedimientos en las edificaciones, también se consiguen en el mercado diversos tipos de hormigón, cada uno con bondades específicas según su aplicación y usabilidad.

Sin embargo, el principal inconveniente del hormigón es que resulta poco resistente a las fuerzas que pretenden estirarlo. Para mermar esta desventaja se suele utilizar el hormigón armado o el hormigón con varillas en su interior.

Colores y texturas con el hormigón impreso
Haciendo énfasis en el tema, es oportuno hablar del hormigón impreso. Llamado también pavimento impreso, esta técnica se aplica en la construcción de las aceras de las calles, por ejemplo, dado que puede ser tratado con texturas, estampados y colores.

¿Para qué sirve el hormigón impreso? Pues bien, generalmente se utiliza en la construcción de urbanizaciones, calles, plazas, paisajes urbanos, en paseos y en restaurantes. La técnica del hormigón impreso permite crear diseños únicos con moldes, colores, texturas y productos especiales que a su vez conservan las características y el acabado del hormigón, pero brindándole una apariencia más elegante puesto que su color original es gris.

La aplicación del hormigón impreso data de hace 30 años, pero hasta estos tiempos que toma mayor auge en la industria de la construcción, ya que con esta técnica se logran pavimentos vistosos y dinámicos. Algunas de sus propiedades son la resistencia a los agentes químicos, a los cambios climáticos drásticos y a la abrasión por su tratamiento superficial.

Para quienes están familiarizados con la construcción de pavimentos o suelos o bien son amantes de esta práctica, el proceso para realizar un pavimento de hormigón impreso resulta sencillo. Aquí van más detalles:

1.- Como primer paso, se debe extender y alisar el hormigón fresco sobre la superficie a tratar. Para efectos de esta tarea, es posible valerse de la ayuda de herramientas como moldes, palas alisadoras o regletas para un mejor acabado y nivelación. Cabe acordarse de acondicionar debidamente el suelo, preparando el terreno. Por lo general, antes de este paso es necesario utilizar una malla de acero en el pavimento para entonces verter la mezcla fresca del hormigón.

2.- Para darle una tonalidad deseada procede a aplicar el color preferiblemente en polvo.

3.- Luego, hay que tomar los moldes y el diseño seleccionado para aplicarlo, tomando en cuenta que para este paso el hormigón debe estar en estado plástico.

4.- Pasadas unas 72 horas aproximadamente, se vierte la resina con un rodillo para proteger el hormigón.

Entre los tipos de diseños para el hormigón impreso destacan: Adoquín canario, piedra jávea, piedra circular, piedra andorra, ladrillo cestería, manta, abanico, ladrillo espigado, piedra jardín, ladrillo hexagonal, anillos de madera, guijarro calpe y barro.

Elegancia y estética con el hormigón pulido
El hormigón pulido es otro derivado del hormigón con la particularidad de que pasa por un proceso especial de lijado y pulido obteniendo así un aspecto elegante, más estético y refinado. Aunque es un sistema similar al del hormigón impreso, tienen más uso en los espacios interiores pues dan una apariencia de limpieza, sin embargo, también son utilizados en exteriores como en las pistas deportivas, en los hospitales, en los centros comerciales, en los aeropuertos y en los aparcamientos.

Optar por este material a la hora de construir abarca muchas ventajas, entre ellas el ofrecer una diversidad de tonalidades e inclusive la posibilidad de incrustar distintos materiales como el cristal para un terminado más sofisticado.

Tratándose de una superficie densa y dura no se formarán grietas, evitando que se acumule suciedad en el pavimento, lo que facilitará su limpieza y prolongará su durabilidad, pues es resistente a sustancias químicas como los detergentes y las grasas. Este tipo de revestimiento no se astilla, lo que lo hace idóneo para decorar lugares de trabajo industriales, ya que resiste mucho peso a diferencia de otras clases de hormigones.

El hormigón pulido se aplica de la siguiente forma:

1.- Se extiende una solera de hormigón que previamente se elabora en la planta, se vierte en la superficie y se procede a nivelarlo con la ayuda de un láser o cuerdas.

2.- Con el hormigón fresco, se procede a aplicar los materiales áridos, los colorantes y demás minerales para obtener el efecto deseado.

3.- Para conseguir un pavimento brillante se recomienda utilizar máquinas alisadoras o pulidoras profesionales con discos de diamantes. Este proceso puede generar polvo, por lo que se recomienda el uso de gafas y mascarillas al momento de hacer el trabajo y sellas las hendijas para que no se filtre la suciedad.

4.- Para reforzar el pavimento se pueden usar mallas o fibras de poliuretano.

5.- Para prolongar el efecto brillante en el piso pulido de concreto basta con utilizar un barniz vitrificante. Lo ideal es aplicarlo en dos capas hasta tener el acabado deseado y darle una mayor durabilidad.

Fuente Comunicae