En los últimos años, el trabajo de programador se ha convertido en una de las principales salidas laborales de los perfiles tecnológicos. De hecho, un estudio de la Fundación Telefónica, coloca en el tercer puesto del ranking de empleos más solicitados el de desarrollador web. Pero, antes de plantearte siquiera trabajar programando para una empresa, debes cumplir una serie de requisitos.

La tecnología ha supuesto una nueva revolución en nuestra historia. No solo ha cambiado nuestras vidas, sino que ha supuesto la creación de nuevos puestos de trabajo dedicados al desarrollo de nuevas tecnologías.

Para empezar en esta profesión se necesitan cualidades como la creatividad, la paciencia y disciplina, pero, los conocimientos son lo primero que exigen las empresas y agencias de marketing online que buscan estos perfiles para sus programadores. Además, deben estar siempre en aprendizaje constante de nuevos lenguajes de programación y otras tecnologías. Pero primero de todo, queremos daros algunos consejos sobre cómo comenzar en programación.

¿Qué tipo de programador quieres ser?

Como en casi todas las profesiones, existen diferentes ramas en las que podemos especializarnos. Lo mismo ocurre con la programación. Algunas de las especialidades más populares son:

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• Desarrollador de páginas web: pueden ser desarrolladores Front-End, responsables de escribir código que determina el aspecto de un sitio web y la estructura de su contenido; o desarrolladores Back-End, que escriben las aplicaciones web que proporcionan el marco para que el sitio web se ejecute.
  
• Programador de software: a partir del diseño que otro ha creado, escriben el código para hacerlo realidad
  
• Científico de datos o Data Scientist: recogen, organizan y analizan grandes cantidades de datos.
  
• Desarrollador de aplicaciones móviles: junto al Big Data, es uno de los sectores con más auge.
  

¿Cómo puedo formarme para convertirme en programador web?

Una vez tenemos claro en qué rama nos queremos especializar, el siguiente paso es decidir dónde queremos estudiar y cómo queremos formarnos, comenzando desde lo más básico hasta la parte más compleja y específica del campo elegido.

No te preocupes demasiado si no tienes claro que especialización elegir. Según vayas adentrándote en el mundo de la programación, descubrirás poco a poco qué materias te resultan más interesantes.

Aunque los programadores tienden a ser bastante autodidactas a la hora de adquirir gran parte de sus conocimientos, para las empresas, poseer un título que lo acredite es la forma más directa y rápida de certificar que el candidato conoce la laborar para la que le están contratando. Una de las mejores alternativas, son cursos de formación como bootcamps en programación full stack, donde se pueden adquirir todos los conocimientos necesarios en poco tiempo y a un coste menor que cursar un título en Ingeniería Informática o Telecomunicaciones en cualquier universidad.

¿Qué lenguajes de programación debe conocer un programador?

Dentro de esta profesión, lo más importante y lo que será tu herramienta de trabajo durante los próximos años serán los lenguajes de programación. El dominio de SQL es esencial para convertirte en administrador de base de datos; lenguajes como CSS o JavaScript son imprescindibles para los desarrolladores Front-End y Back-End; y Swift o Java son la base de las aplicaciones móviles para iOS o Android.

Crear un portfolio con tus trabajos como programador web

Lo primero que valoran las consultoras de selección de RRHH IT a la hora de realizar una entrevista de trabajo, es tener un CV presentable que resuma claramente todo lo que has estudiado y tu experiencia profesional. Pero, si quieres destacar sobre el resto de candidatos que tengan un perfil similar, te aconsejamos que elabores tu propio portfolio personal. Poner en el CV todo lo que sabes hacer está bien, pero demostrarlo por medio de un portfolio es un punto a tu favor.

Habilidades personales que suman puntos a tu perfil de programador

Como en todas las profesiones, los conocimientos sobre una materia no son suficientes. Hacen falta otros requisitos personales que las empresas suelen tener en cuenta a la hora de contratar a una persona u otra. 

Algunas de las habilidades más valoradas son la capacidad de comunicarte con el equipo, tu jefe o el cliente para el que estás desarrollando un sistema; la resolución de problemas o la capacidad de adaptación a los cambios que se producen a un ritmo frenético en el mundo tecnológico.