Los ambientes laborales cambian y los trabajadores precisan nuevas soluciones. No es extraño ver grandes empresas que han adoptado jornadas partidas con trabajo a distancia o bien aun donde no hay sitios fijos para los empleados sino cada uno de ellos se sienta donde quiere/puede. Las dos situaciones son mucho más habituales de lo que nos podemos imaginar, llevándonos implacablemente cara un horizonte al que pocos se marchan a amoldar. Mas los cambios no se hallan solo a nivel organizacional sino más bien asimismo a nivel tecnológico.
¿Quién no tiene una mesa llena de cables? Si bien la tecnología Bluetooth se ha popularizado e inclusive estandarizado en los teclados, ratones y demás periféricos; pocos fabricantes hacen empleo de ella. Después de todo, no hay solamente fácil que conectar de forma directa por USB los dispositivos. Esto nos lleva a una genuina confusión de cables como el que podéis ver en la imagen. Con semejante inconveniente, ¿de qué manera se puede avanzar cara una genuina oficina del futuro funcional y productiva?
La tecnología medra a pasos desmedidos. Si hace dos décadas las máquinas de redactar eran la herramienta primordial para trabajar (seguro que más de uno tiene un maestro que pasó su tesis en máquina), en nuestros días podemos hacerlo aun desde nuestro dispositivo móvil. Adiós a las paredes y las fronteras: la oficina va a estar donde estés Es obvio que el paradigma tecnológico ha alterado mas, ¿a qué nivel? Es ahora donde podemos charlar de 2 velocidades: la de los usuarios y la de las compañías. Y es que, muy a pesar nuestro, las grandes corporaciones o bien aun las pequeñas-medianas empresas tienen grandes inconvenientes para trasladarse al planeta tecnológico que vivimos los usuarios.
Lanzamos algo de luz a este término descubriendo la oficina del futuro: ¿qué tecnologías la caracterizarán? ¿cuáles van a ser sus primordiales desafíos? Resulta obvio que no es exactamente lo mismo trabajar con productos de tipo físico que con ideas abstractas, mas indudablemente se podría avanzar más en este campo.
Pocas empresas se preguntan cuánto dinero dejan de ganar cuando su mejor comercial invierte una hora en encontrar un papel. O cuando ha de extraer manualmente datos de tablas en PDF en vez de usar un práctico conversor en línea. O bien cuántas ideas de negocio se pierden en el momento en que un equipo no halla una sala de juntas libre. Son preguntas que tendrían una contestación veloz si los protagonistas fuesen trabajadores de cuello azul y su empresa fabricara componentes para vehículos, mas que se transforman en genuinos jeroglíficos en las compañías de servicios.
Conforme los especialistas, una de las claves para comenzar a administrar las compañías de servicios como fábricas de conocimiento es agregar a los 3 ejes tradicionales de análisis -procesos, tecnologías y personas- una cuarta parte eje tanto o bien más importante: el espacio. Un espacio que debería dividirse en 3 tipologías: espacios personales, espacios compartidos por equipos de trabajo y zonas comunes o bien públicas. El centro de trabajo debería transformarse, en suma, en una «megaherramienta» de trabajo con un diseño enfocado por completo al confort físico y mental del usuario.
