La situación de la pandemia mundial ha cambiado la forma de vida de muchos. El virus del COVID-19 ha afectado de manera diferente a cada país pero las medidas para evitarlo están claras: uso de mascarilla y distanciamiento social. Cuidarse de uno mismo y sobre todo, cuidar de los demás.
Esto ha incluido en algunos casos el confinamiento de la población para evitar contagios y el colapso del sistema sanitario. Tan solo como único contacto social el aplauso diario en los balcones como forma de agradecimiento a estos “héroes” de batalla. Afectando de este modo en todos los niveles y sectores. Incluso el adulto, por motivos obvios, reduciendo drásticamente la cantidad de citas, posibilidad de conocer a algún amigo especial con el que disfrutar de una noche loca o de encuentro erótico con alguna hermosa escort en Madrid.
Parece que antes era muy fácil. Conocer a alguien, quedar y tener un final feliz en casa. Las redes sociales, algunas webs y aplicaciones eran muy importantes en todo este proceso. El paso previo antes de lo físico. Pero ahora se observa desde otro punto de vista.
Las rutinas, tareas y preocupaciones diarias han cambiado. La forma de ver un abrazo, un beso y cualquier cercanía con los más queridos pasó de ser “normal” a algo deseable e imposible a la par que inaccesible. Estar a la vez tan cerca pero tan separados al mismo tiempo es casi irónico. Se ha tornado en el mayor acto de fe.
Pero parece que tras mucho tiempo, las cosas están cambiando. Tras meses de esfuerzo y prácticamente relacionarse con una pantalla, parece que poco a poco la luz del final del túnel llega. La libertad está volviendo y ya está más cerca esa ansiada nueva “normalidad”.
Todas esas conversaciones que se empezaron en las aplicaciones de dating como Tinder haciendo bromas con el papel higiénico o la cerveza estos días, durante la cuarentena, ahora, pueden llegar a citas reales. Pasar de la pantalla a la realidad en vez de al revés.
Sin perder de vista las recomendaciones sanitarias para poder seguir avanzando, la posibilidad de satisfacer el deseo y esa chispa de conexión es posible. Tanto tiempo pensando en todos los planes para cuando todo acabe y ahora parece que está más cerca que antes.
Tras meses donde han aumentado la venta de jueguetes sexuales, el número de perfiles nuevos en las aplicaciones de citas y la visualización de contenido adulto y webcams de escorts en Barcelona, van a traspasar la pantalla.
Reencuentros de parejas, amigos, familiares… Poco a poco los pijamas y los chándals se quedan en los armarios y camas para dar paso al resto de ropa. A la ropa de siempre. Ahora es momento de arreglarse también de cintura para abajo. Incluso con los nervios como si fuera de nuevo la primera vez ahora se hace casi con más ilusión.
Todo está preparándose para estar listos para el gran momento. Al igual que se ha creado más contenido online de entretenimiento más accesible para todos, conciertos en directo, visitas online a museos gratis y cuentas premium gratis en Pornhub entre cientos de posibilidades.
Paso tras paso se acerca. Un tiempo que ha servido para conocerse mejor, a uno mismo y lo que se busca. Dejar un poco el físico en un segundo plano para fijarse más allá. Los pequeños detalles, una experiencia más completa en todos los sentidos. Como si el virus hubiera dado la oportunidad de crear nuevas formas de placer.
La posibilidad de olvidar el estrés y la ansiedad generados por este tiempo y situación. Aliviar las preocupaciones de la convivencia obligada y despejarse. Respirar profundamente y centrarse en otras cosas.
Por ejemplo la posibilidad de hacer match a pesar de no encontrarse cerca. Hacer citas online por videollamada. Incluso, depende de dónde se resida quedar realmente. Todo para adaptarse y ofrecer un mejor servicio a los singles.
Sea cual sea el motivo el tiempo y el número de visitas a este tipo de aplicaciones ha aumentado. En busca de una conexión humana más allá de todo lo que está pasando. Una oportunidad para ser sinceros y encontrar a otra persona que busque lo mismo y disfrutar de la compañía. Hacer alguna videollamada, jugar al parchís o cualquier cosa son buenas opciones.
Cientos de conversaciones y matchs que se han hecho las últimas semanas llenas de promesas de citas futuras. Encuentros que llegarán pronto y de las que poder disfrutar de una amistad, algo más físico e íntimo o cualquier cosa que surja. Por eso todo el mundo espera la nueva normalidad con ilusión y ganas de descubrir hasta dónde pueden llegar todas esas nuevas conexiones generadas. Pero sobre todo con esperanzas y con motivos suficientes para valorar cualquier tipo de contacto físico ahora inaccesible. Poder dejarse llevar y disfrutar de la compañía física de la otra persona y dejar de imaginar qué pasaría si se pudiera quedar realmente. Así poder hacer realidad todas las fantasías que protagonizan ahora las mentes de todos.
Fdo.: Deborah Salas
