Los Retrievers, Rottweilers, Terranovas, Boxers y Bulldogs son las cinco razas más predispuestas a padecer la rotura de ligamento cruzado, aunque esto no exime a perros de otras razas de padecerlo. Asimismo, la inactividad y la vida sedentaria son también un factor de riesgo importante a la hora de padecer una fractura en uno de los cuatro ligamentos que forman parte de la articulación de la rodilla.

Por otra parte las hembras, los animales castrados y los perros mayores de tres años son los que también presentan una mayor prevalencia de esta enfermedad degenerativa. Ante esta situación tan común, el Hospital Veterinario en Gijón Nacho Menes aconseja que para aplicar el tratamiento más adecuado a cada caso es fundamental que los perros se sometan a pruebas diagnósticas precisas mediante una exploración ortopédica, se realicen radiografías para mostrar posibles signos de osteoartrosis si los hubiera y también resonancias magnéticas, ecografías o TAC con contraste.

Una vez obtenido el diagnóstico exacto, el tratamiento de la rotura de ligamento cruzado anterior puede llevarse a cabo de manera conservadora, es decir, administrando analgésicos y antinflamatorios o de forma quirúrgica, la opción más recomendable según los veterinarios. Las técnicas quirúrgicas más empleadas en este tipo de fracturas son tres: las técnicas extracapsulares, las de reemplazo del ligamento y las técnicas modificadoras biomecánica de la rodilla, actualmente la opción con mayor tasa de éxito, superior al 90% y que permite al perro recuperar su vida normal lo antes posible sin necesidad de analgésicos.

El Servicio de traumatología y ortopedia del Hospital Veterinario Nacho Menes, que cuenta con Veterinarios 24 horas está abierto durante todo el año para atender cualquier complicación que se pueda producir o para asesorar e informar al paciente ante cualquier duda sobre los tratamientos más viables para su perro.

Fuente Comunicae