Tino Gilaranz, un joven de 25 años del equipo Team Dokkodo madrileño, no lo tenía fácil en la competición que inauguraba la impresionante Arena M1 de San Petersburgo, el primer estadio del mundo íntegramente dedicado a este deporte. El pasado 9 de febrero debía verse las caras con el actual campeón ruso de Combat Sambo, Valentin Kryzhanovsky, del equipo Alligator. Pese a la impecable trayectoria de su rival, tras una frenético primer asalto y un combate final de 15 minutos, el madrileño regresó a España con una victoria, por decisión unánime de los jueces.
Con el patrocinio de la marca de ropa deportiva Custom Fighter, Gilaranz es una indiscutible promesa del MMA español (mixed martial arts) y que alterna el Feather y el lighttweight. El MMA se ha convertido en uno de los deportes con mayor crecimiento en el mundo.
El cartel de Challenge 87, el primer torneo que había de vivirse en la única arena internacional centrada en MMA, lo encabezaban Arman Ashimov, originario de Kazajstan (cuarto en el ranking mundial) y el finlandés Mikael Silander, Hulk, primero en el ranking de luchadores nórdicos y décimo en el de combatientes activos en Rusia. Fue Ashimov quien se hizo con la victoria. Pero el madrileño protagonizó uno de los encuentros más emocionantes.
Una de las más relevantes competiciones mundiales
M1 es una de las tres competiciones más relevantes de esta disciplina por lo que la reciente victoria del madrileño impulsa su posición entre los más prometedores luchadores. Entrenado por Fran Díaz y dirigido en este evento por Chinto Mordillo, el joven ha vencido en sus últimos combates torneos internacionales y se proclamó campeón del Mundo en el último mundial amateur de la Kombat League en Italia.
Solo otros dos luchadores europeos y no rusos, el suizo Pablo Ortmann (peso welter) y el finés Jani Salmi (peso pluma), volvieron a casa con la victoria. No tuvieron igual fortuna ni el español José Jimenez, ni el francés Charles-Henri Tchoungui. Tampoco los brasileños Anderson Queiroz, Jadison Costa y Kleber Silva, ni el croata Aleksander Rakas del mítico Cro-Cop Team.
Rusia alberga una de las más importantes tradiciones y agendas de torneos de MMA, en la que destaca, por su relevancia el calendario de M1. En esta nación y la órbita soviética se gestó, además, el sambo, una de las artes marciales modernas con más seguidores y trascendencia de sus competiciones.
Fuente Comunicae
