Kumon España ha alcanzado en 2017 los 21.276 alumnos en sus centros de toda España. El método de aprendizaje ha llegado, además, a nuevos municipios de la geografía española, incorporando 10 nuevos centros en este año, además de dos colegios en El Puerto de Santa María (Cádiz) y en Sevilla. Esta ciudad es la que mayor incremento ha experimentado en 2017, con casi un 9% más de alumnos que el año pasado. 

Madrid, Alcalá de Henares, A Coruña, Ourense, Lorca y Cartagena (en Murcia) y Villafranca del Penedés y Barcelona han abierto nuevos centros en 2017, a los que se suman los también los primeros colegios en Andalucía, El Puerto de Santa María (Cádiz) y Sevilla.

La Comunidad de Madrid cuenta con el mayor número de centros en España, un total de 85 y suma 9.237 alumnos, tras el incremento de un 5% durante 2017. Le siguen en número de centros  Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía, donde se ha producido un buen aumento en el número de alumnos, especialmente en la provincia de Sevilla, con un incremento de casi el  9%.

Es muy destacable la progresión del método de aprendizaje en Comunidades Autónomas de reciente incorporación, como es el caso de Asturias o Galicia (en este caso, se han incorporado 3 nuevos centros en 2017).

Maribel Martín de Rosales, directora de desarrollo y RRPP de Kumon señala que el crecimiento de Kumon sigue siendo sostenido. «La estrategia de expansión –comenta- se ha centrado en zonas en las que podemos dar buena atención y formación. Hemos apostado por estas localidades por la oportunidad de crecimiento que suponen para Kumon, puesto que desde estas provincias nos han llegado muchas solicitudes de alumnos que quieren matricularse en nuestros programas», añade. «Las perspectivas son buenas de cara a 2018 y seguiremos ampliando nuestra red de centros en toda España», apunta Maribel.

Un modelo de negocio sólido y muy cuidado 

Todos los centros Kumon presentan características básicas diferenciadoras: la calidad y la vocación educativa del franquiciado, que es quien se ocupa directamente de las actividades docentes del centro. Los candidatos a franquiciados han de disponer de título universitario, ser emprendedores y tener curiosidad por seguir aprendiendo, dado que en Kumon se ofrece un intenso plan de formación y de asesoría continua destinado a que los centros educativos sean un éxito. «Para ello», señala Maribel Martín de Rosales, «contamos con un equipo de profesionales volcados en esta tarea, encargados del proceso de formación, del seguimiento y del asesoramiento del franquiciado»

El canon de adhesión a la franquicia es de 400 euros + IVA y el resto de la inversión inicial varía en función de los posibles gastos de acondicionamiento del local y la puesta en marcha de la actividad: mobiliario, alquiler, permisos, entre otros. Durante los dos primeros años de funcionamiento del centro, se ofrece a los profesores una serie de subvenciones y ayudas a fondo perdido. Además, los franquiciados cuentan con el respaldo de un modelo de negocio demostrado, con el aval de una marca internacional y una amplia red de apoyo.

 Niños competentes y autodidactas

Durante este año también se ha alcanzado una cifra muy significativa: 500 alumnos han logrado ser concluyentes, es decir, completar los programas de Kumon de Matemáticas y Lectura y disfrutar de todos los beneficios de este método de aprendizaje. La personalización del proceso de enseñanza y aprendizaje, el autodidactismo, un poco de trabajo todos los días o aprender de los errores y de los ejemplos del material didáctico son algunos de los principios pedagógicos de este método en el que el papel del profesor y las familias es fundamental. Entre estos valores es destacable el del autodidactismo, que permite al alumno desarrollar la confianza y las capacidades suficientes como para enfrentarse a cualquier materia o estudio con motivación y perspectiva de éxitoa lo largo de toda su vida.

El buen desempeño de las matemáticas y lectura repercute directamente en el resto de materias escolares, por lo que trabajar con Kumon se notará de manera positiva en las notas de todas las asignaturas, pero también en la predisposición positiva del niño hacia las tareas y el aprendizaje.