El calor ya empieza a notarse y es importante que estemos preparados para evitar luego problemas como la bajada de tensión, las lipotimias, los mareos, etc. debido a fuertes golpes de calor, incluidos en nuestros propios hogares.
Un producto que funciona muy bien para combatir el calor es el ventilador de techo. Pero existen de muchos tamaños y formas diferentes y hay que tener en cuenta una serie de aspectos para elegir el que más se adecue a nuestras necesidades. A continuación os las comentamos:

• Tamaño de la habitación: Es esencial escoger un ventilador acorde al tamaño de la estancia. Para unos veinte m² debes decantarse por uno de noventa cm y para una de treinta unos ciento diez cm más o menos. En todo caso, debes conocer anteriormente los m² de la habitación y asegurarte preguntando al personal de tienda ya antes de adquirirlo.
• Altura del techo: El ventilador ha de estar puesto a una altura mínima de dos con cuatro metros del suelo a fin de que cumpla eficazmente su función. Todos y cada uno de los modelos son regulables en altura, en el caso de que el techo sea más alto puedes valerte de un extensor.
• Potencia del motor que mueve las aspas: Hallarás ventiladores con diferentes potencias, que debes seleccionar dependiendo del tamaño de la habitación. La inclinación de las aspas asimismo influye, cuanto mayor sea esta más aire emitirá si bien asimismo precisará un motor de mayor potencia y consumirá más.
• Estilo: Si optas por una decoración más moderna, puedes escoger un modelo de líneas simples y que no tenga más de 3 o bien 4 aspas a fin de que dé la sensación de espacio poco recargado. Para una decoración tradicional, la madera es tu mejor aliada.
• Otras características: La mayor parte de modelos incluyen luz, una o bien múltiples lámparas en dependencia del diseño, y ciertos vienen con diferentes velocidades y mando.
Asimismo deberías saber que ciertos ventiladores de techo incluyen la función invierno, por la que las aspas viran en sentido opuesto aspirando el aire frío que se amontona en el suelo cuando calientas la habitación y llevándolo cara el techo, donde se amontona el aire caliente, con lo que fuerza la circulación del aire, mejorando la distribución de la temperatura logrando una sensación más agradable al paso que ahorras en calefacción.