La novela que presenta Hugo Portal parte de un suceso dramático para evolucionar hacia la extrañeza propia de las grandes historias de misterio y culmina en una espiral de tramas enlazadas que sitúan la obra en la categoría de terror.

Los chicos del bosque narra el viaje de una familia a unas vacaciones idílicas de paz y naturaleza salvaje. Germán, Sonia y su hijo Jonathan parten hacia un pequeño pueblo balneario retirado de la prisa y las obligaciones de la ciudad. Todos quieren disfrutar de un descanso merecido aprovechando que el invierno es suave y los precios de temporada baja son más asequibles. El paraje invita a desconectar y a descubrir los caminos de un frondoso bosque que circunda el retiro, así que padre e hijo salen de excursión tras un breve consejo de la madre: “No lo pierdas de vista”.

La inocencia de dicho comentario esconde un poso de preocupación, ya que meses atrás la zona ha vivido varios casos de extrañas desapariciones de niños. La edad de las víctimas era muy similar a la de su hijo, y los casos quedaron sin resolver, pero todo parecía haber vuelto a la normalidad. La calma total del balneario, bien resguardado por el bosque, parecía una fortaleza segura. 

Germán tranquiliza a su mujer y parte con su hijo hacia el bosque, momento en el que la novela comienza a acelerar el ritmo y ya no se detendrá hasta la página final. Cuando Jonathan cree ver algo moverse entre el follaje, su padre voltea la vista un segundo para comprobar la zona y, cuando se gira para tranquilizar al niño sin haber visto nada, Jonathan ha desaparecido.

Entre el pánico y la incredulidad por lo ocurrido, Germán comienza una búsqueda frenética del niño que irá combinándose en los siguientes capítulos con la historia de otros personajes claves para desentrañar un misterio mucho más complejo de lo que nunca podrían haber imaginado. Diferentes épocas y acontecimientos se detallan a lo largo de los cuatro capítulos que conforman la novela y ponen a prueba la atención y la deducción de los lectores.

El joven escritor uruguayo Hugo Portal consigue crear una atmósfera fantástica con toques de terror clásico, de extensión breve pero con un ritmo ágil y plagada de detalles que irán hilando poco a poco todo lo narrado con antelación hasta el desenlace final de la historia.

Hugo Portal tiene veintisiete años y nació en Florencio Sánchez, un pueblo pequeño del departamento de Colonia, en Uruguay. Es profesor de inglés y ha obtenido varios reconocimientos en concursos literarios tanto en poesía como en narrativa. Actualmente, aparte de estar enfocado en su carrera literaria, realiza un curso de traducción científica y literaria en el Instituto Superior Lenguas Vivas de la ciudad de Buenos Aires. 

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