La crisis del coronavirus ha sacado a relucir en nuestro país a una gran cantidad de familias que se ven abrumadas para hacer frente al pago de sus gastos y deudas. Una situación que se ha vuelto muy habitual y que sufren en la actualidad millones de hogares españoles. A diario, las cifras que aparecen al respecto son cuanto menos significativas. 

Desde hace unos años, es tendencia en España la posibilidad de reunificar deudas. Un proceso que consiste en unificar todas las deudas que pueda tener un hogar. Es muy probable que todas ellas pertenezcan a diferentes entidades, por lo que los costes y las tasas de interés también serán distintos. Al reunificar las deudas, lo que se consigue es reunir todas estas deudas bajo un solo préstamo. 

La primera consecuencia de la reunificación de deudas salta a la vista: en lugar de acumular recibos y plazos de amortización, a final de mes solo tendremos que pagar una única cuota. Una forma de adaptar los ingresos de una persona a su endeudamiento, logrando así una rebaja notoria. 

Pero esta no es solo la única ventaja que nos ofrece este procedimiento. 

Las ventajas de la reunificación de deudas

Al afrontar el pago de una única cuota mensual, la cuantía será menor a la suma de las diferentes cuotas a las que anteriormente tenía que hacer frente una persona. Las condiciones en cuanto a la cuantía a devolver mejorarán, pero teniendo en cuenta que el plazo de amortización se alargará, además de la inclusión de una garantía hipotecaria. 

Este único pago, muy probablemente, nos ofrecerá un interés más bajo con respecto a otras fórmulas de financiación. Es por eso que tendremos que pagar menos por este concepto, lo que en la mayoría de los casos va a suponer un alivio. A veces son los propios intereses de los préstamos que tenemos los que nos sitúan en una posición más delicada. 

La reunificación de deudas nos permite ganar en comodidad y claridad. Al hacer frente a un solo pago, tendremos mucho más claro el presupuesto con el que contamos para otros gastos. Es una manera de tener que olvidarnos de los cálculos y los balances que se suelen hacer cada mes en el hogar. 

Por todo esto, se suele decir que la reunificación de deudas es una solución de urgencia a un mal momento financiero. Una buena salida para hacer frente a una gran cantidad de deudas. El futuro financiero del hogar lo veremos mucho más claro y podremos centrarnos en otros aspectos de nuestra economía. 

¿Cuándo conviene reunificar las deudas?

La reunificación de deudas es un procedimiento al que deberíamos acudir si nos encontramos en alguna de las siguientes situaciones. 

Es una magnífica solución si tenemos una gran suma de deudas. En términos generales, esta situación es ya una constante en muchas familias. La economía del hogar no mejora y la rueda del endeudamiento no se detiene. Para no tener que estar continuamente solicitando minicréditos o haciendo malabarismos para llegar a final de mes, la reunificación de deudas se convierte en la solución más sólida. 

Otra opción por la que acudir a este procedimientos es cuando tenemos deudas a corto plazo. Si las deudas más grandes hay que devolverlas en pocos años, tener diversas mensualidades puede provocar que nuestra economía se vea muy afectada. Al reunificar estas deudas en un solo pago, llevaremos mucho mejor el control de la situación financiera. 

Por último, habría que considerar la reunificación de deudas en aquellos casos en los que tengamos unos intereses muy altos. Es el caso de los minicréditos o las tarjetas de crédito, productos financieros con unos intereses elevados y que hacen que nuestra deuda se incremente en muy poco tiempo. 

Estas tres situaciones anteriores se pueden solucionar si optamos por una reunificación de deudas.

La reunificación de deudas sin aval

La reunificación de deudas es un proceso que puede realizar cualquier pensionista, funcionario, asalariado con nómina o autónomo. Pero también se puede reunificar deudas sin aval si no se dispone de una garantía hipotecaria. 

En estos casos, la reunificación se puede llevar a cabo siempre que se disponga de ingresos por nómina o pensión suficientes, que no superen la tasa de endeudamiento y que su perfil sea el adecuado al que sugiere la entidad de reunificación. 

En definitiva, el objetivo de la reunificación de deudas es reagruparlas en un único préstamo personal a un interés competitivo y adaptado a los ingresos de cada persona. De esta manera, se consigue rebajar en una importante cuantía lo que se paga por todos los préstamos por los que se ha endeudado este individuo. 

El objetivo principal es aumentar nuestra solvencia a final de mes y mejorar nuestra situación financiera. Para ello, habrá que recurrir a profesionales del sector que nos puedan asesorar bien sobre el tipo de reunificación de deudas que mejor se adapta a nuestro caso.