Los mitos son siempre mitos. La cerveza engorda.

Hemos dicho más de una vez que la cerveza no engorda, pero ahora vamos un poco más allá. Según un estudio de un Centro Médico de Madrid, tomar cerveza (y también otras bebidas fermentadas) dentro de nuestra dieta equilibrada puede ser bueno para adelgazar y seguir una línea fina en nuestra recuperación después de las tan copiosas comidas navideñas.

El motivo es que una cerveza cuenta con poco contenido alcohólico y no muchas calorías, contando además con proteínas, hidratos y muchos minerales como son el potasio, el fósforo y silicio. También cuenta con vitaminas necesarias para nuestro organismo como las del grup B y antioxidantes naturales.

Así pues, tomar una cerveza al día siguiendo con nuestra dieta baja en calorías y, por supuesto, olvidándonos de las comidas navideñas, puede hacer un gran beneficio en nuestro organismo para volver a nuestra línea. Lo más recomendable aun es que se trate de una cerveza tradicional o cervezas artesanas y si puede ser sin filtrar, mejor ya que así nos quedamos con más nutrientes.

En el otro caso, tenemos la gran variedad de cervezas belgas que constituyen un gran total dentro del mapa de las cervezas mundiales. Al tener tanta variedad, hay algunas cervezas belgas que contienen algunas cantidades mayores de azúcares y solo en el caso de tomar demasiada, si que podemos engordar ligeramente, aunque no es el caso.