El escaparate de la Pastelería Barrenetxe en la Plaza de Guipúzcoa está repleto de dulces figuritas de chocolate, esperando la llegada de la Pascua.

Casas de chocolate, patos, pollitos, huevos adornan este establecimiento donostiarra que, cada año, llena de ilusión y magia los arcos de la Plaza de Guipúzcoa.

Esta tradición está  muy arraigada en Estados Unidos, centro de Europa e Inglaterra. Dicen que todo empezó debido a que los cristianos católicos no podían comer, entre otras cosas, huevos ni productos lácteos en la cuaresma. Pero la tradición, de estas figuritas, en Barrenetxe, nada tiene que ver con esta historia, sino con la de Rosa, que empieza hace más de 50 años en Hendaya (Francia). Allí conoció esta tradición y no dudo en ponerla en práctica.

Ya en su establecimiento en Eibar, decoraban las vitrinas con huevos de chocolate que se fueron sofisticando, cuando la familia abrió su primer establecimiento en Donostia. La cercanía con Francia y, tal vez,  las miles de personas que visitan, cada año, nuestra ciudad hicieron el resto.

Ahora, cuando se acerca la Semana Santa, el obrador de Barrentxe rellena los innumerables moldes que tienen de chocolate negro o chocolate con la leche para sorprender al público y sobre todo a los más golosos.

Pero este no es el único dulce de Semana Santa que se elabora en Barrenetxe, los buñuelos y las torrijas hechas con la masa del rosco de reyes (ralladura de naranja, agua de azahar etc…,) hacen de este local una parada obligada.