Nueva normativa de purines, retos y oportunidades


Nueva normativa de purines, retos y oportunidades

A final del año pasado entró en vigor el Real Decreto 980/2017 que contemplaba la modificación de los Reales Decretos 1075/2014, 1076/2014, 1077/2014 y 1078/2014, de 2014 con la nueva normativa para la distribución de purines provenientes de explotaciones ganaderas, lo que ha llevado a muchas explotaciones a una situación de, primero, inseguridad y luego de dudas sobre que medidas adoptar para cumplir la nueva normativa sin problemas.

Se habla mucho del decreto pero ¿qué es lo que dice realmente? Este es el texto literal.

"La aplicación de purín en las superficies agrícolas no podrá realizarse mediante sistemas de plato o abanico ni cañones, pudiendo las comunidades autónomas establecer excepciones, atendiendo a las características específicas de las superficies afectadas, incluidas las condiciones orográficas y climáticas, u otros motivos, debiendo las mismas quedar debidamente justificadas".

Como sucede en muchas ocasiones sale el decreto, entra en vigor el 2 de enero de 2018 y las comunidades autónomas no tienen preparado este reglamento que diga realmente cuales van a ser las soluciones y los plazos en su territorio realmente, ilegalizando de facto a todos los que no cumplan los requisitos que marca el decreto que principalmente prohíbe la distribución de purines con plata, abanico o cañón.

Poco a poco cada comunidad autónoma ha ido sacando su reglamento (aún falta alguna) y por general están dando 2 años de moratoria para que los agricultores instalen equipos de localización de purín que sean más eficientes que el denostado sistema de plato o abanico.

El sector ganadero se pregunta a nivel nacional qué solución es la mejor y que cumpla las normas al menos a medio plazo y se plantea si tendrá que cambiar su cisterna actual, podrá adaptarla instalando algún equipo aplicador, será legal y técnicamente viable esta instalación, qué sistema cumple las normativas, etc. Es decir, muchos interrogantes que no ayudan a un sector tan castigado como el primario en nuestro país.

Una de las soluciones que tienen los agricultores y que seguramente sea la mejor por ser la más económica y aportar mejoras frente a la situación actual es la instalación en su cisterna de un aplicador de purín que cumpla la normativa actual y además permita valorizar más el purín de cerdo como fertilizante agrícola.

¿Qué tipos de aplicadores hay hoy en el mercado?
Los aplicadores se dividen en dos tipos: inyectores y localizadores.

Los inyectores son una adaptación de un apero de suelo que va conectado a la parte trasera de la cisterna y en cada elemento (brazo) o en su proximidad lleva un tubo que hace que deje el purín bajo el suelo o al menos lo tape inmediatamente.

A primera vista puede parecer la mejor solución por evitar casi totalmente las pérdidas hacia la atmósfera y los olores molestos, pero el binomio inyector cisterna puede ser muy problemático.

Uno de los principales problemas es que la anchura de trabajo solo puede ser muy pequeña, ya que el tractor debe además de arrastrar la cuba, tirar del apero, lo que hace que no pueda tener grandes anchuras, lo que obliga a besanas pequeñas y muchas pasadas, lo que conlleva mucha compactación en el terreno (el conjunto tractor cuba es muy pesado) y lo que obliga a trabajos posteriores de desfonde del terreno.

Además los tractores modernos llevan sofisticados sistemas de control de aperos para evitar roturas y problemas en general, el inyector que va colocado detrás de la cuba no cuenta con ninguno de esos sistemas y ante obstáculos (piedras por ejemplo) las averías son muy comunes.

Los localizadores son un tipo de aplicador de purín que cumplen totalmente la normativa (es más son un estándar en Europa) y lo que hace es localizar o “dejar” el efluyente cerca del suelo (sin enterrarlo) repartiéndolo de forma homogénea.

Existen tres tipos de localizadores de purín principalmente:

Aplicadores tubo corrido: Son los más sencillos y consisten básicamente en un tubo de 2 a 8-9mts que puede ser plegable al que se introduce el purín por la parte central y tiene salidas en la parte de abajo del propio tubo a distancias variables entre 40 y 80cm normalmente. Tiene la ventaja de ser un sistema muy económico y tiene los problemas de las obturaciones frecuentes (va conectado normalmente a la cuba directamente) y de una muy baja homogeneidad.

Aplicadores de mangueras: El sistema más común en Europa donde casi es un estándar.

Consiste en la entrada desde la parte superior de la cuba a un colector o a un triturador repartidor que cada una de sus salidas va a un tubo flexible que va directamente hasta cerca del suelo a una separación de 30-50cm según el modelo.

Tiene el problema de necesitar el triturador repartidor, (máquina con partes móviles, motores, etc. que requiere mantenimiento) para funcionar bien y un problema extra que se da sobre todo en las zonas frías (como puede ser el interior de Aragón, las dos mesetas, etc.) y es que cuando se tira en invierno los tubos son menos flexibles a bajas temperaturas y al ser tubos sencillos (40mm muchas veces) se suelen quebrar e ir “tirando” en lugar de “distribuyendo” el purín.

Aplicadores mixtos: Los aplicadores mixtos como el moderno Aplicador ALP diseñado por Maquinaria Agrícola Plumed reúnen lo mejor de unos y otros tipos.

Siguen el siguiente esquema, una salida de la cuba que puede ser por la parte inferior (permite la descarga total de la cuba) entrada a un filtro (como el ALP)y salida por 1, 3 o 5 salidas (en función de los metros de anchura) mediante un tubo flexible de alto rendimiento que reparte a la parte central de cortos tubos de reparto con 4, 5, 6 y hasta 7 salidas donde se reparte el purín de forma muy homogénea.

Algunos modelos como el aplicador de purín ALP llevan las salidas en la parte ecuatorial del tubo, lo que garantiza un reparto homogéneo en todas la salidas.

Este sistema permite el corte a tramos de forma sencilla, el control de la dosis proporcional al avance y el control por GPS lo que hace de estos modelos, una solución ecológica y respetuosa con el medio ambiente por los siguientes motivos:

Se trata en resumen de un sistema muy sencillo técnicamente, con alta resistencia a impactos y a la temperatura exterior que permite un tratamiento homogéneo gracias al filtro ALP sin partes en movimiento y en consecuencia con mucho menor mantenimiento.

En resumen simplemente decir que ya está aquí la normativa europea que va a prohibir los aplicadores de purín en abanico, lo que puede ser para los profesionales de la agricultura una oportunidad ya que un aplicador de purín puede ser un gran aliado del agricultor por los siguientes motivos: permite tirar días con aire, incluso “huracanado”, distribuye mejor el purín y por tanto los nutrientes en el suelo, reduce drásticamente los olores y por tanto el rechazo de la sociedad y valoriza un residuo ganadero convirtiéndolo en un insumo agrícola.

Maquinaria Agrícola Plumed empresa que ha diseñado y fabrica el aplicador localizador mixto ALP realizará una presentación este próximo miércoles 18 de abril de 2018 a las 16:30 en sus instalaciones de Monreal del Campo (Teruel) donde habrá una parte técnica en aula, pruebas en campo y demostraciones.

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