Parecen cualquier otro sendero serpenteando por el campus de Queensland en la Universidad James Cook (JCU). Sin embargo, los dos caminos de concreto que conducen al nuevo edificio Science Place de la universidad y los edificios del campus de Douglas pueden ser la clave de una de las preguntas ambientales más apremiantes de la industria de la construcción.

En diciembre del año pasado, la estudiante de doctorado de JCU Shi Yin ganó el premio de la categoría de fabricación, construcción e innovación en el Barcelona y Maresme Innovation Challenge 2015 por su investigación sobre el uso de plástico reciclado para aplicaciones de hormigón armado.

La investigación de Yin ayudó a la compañía con sede en Queensland, Fibercon, a desarrollar Fibercon RMP47, un hormigón reforzado con plástico reciclado. El sendero en el sitio de Science Place se construyó utilizando el nuevo material para demostrar las capacidades potenciales del producto de construcción, y la universidad quedó tan impresionada con él que encargó el camino al campus de Douglas.

El Dr. Rabin Tuladhar, profesor titular en la facultad de ciencias, tecnología e ingeniería de la universidad, supervisó el trabajo de Yin. Él dice que usar plástico reciclado en concreto reforzado tiene un gran ahorro ambiental.

"El acero se usa a menudo como un agente de refuerzo para este tipo de concreto y requiere mucha energía. El uso de plástico para reforzar el hormigón en lugar de acero puede reducir la producción de dióxido de carbono en aproximadamente un 50%. Sin embargo, con el plástico reciclado, puede ahorrar el 50% más dióxido de carbono de lo que podrías con el plástico virgen, porque estás usando plástico que ya fabricaste y lo reutilizas ".

El hormigón es el material sintético más utilizado en el mundo, por lo tanto el bombeo de hormigón debe ser cuidadosamente aplicado ya que también es uno de los más nocivos para el medio ambiente. Su fabricación sola es responsable de aproximadamente el 5% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2).

Es un material sorprendentemente simple, generalmente hecho de aproximadamente 10% de cemento Portland, 3% de inclusión cementaria suplementaria (por ejemplo, ceniza volante o escoria granulada molida de alto horno (GGBS)), 80% de agregados (como grava y arena) y 7 % baño.

Pero también es importante tener en cuenta que en el caso de los combustibles basados ​​en combustibles fósiles, existe la necesidad del uso de combustibles a base de combustibles fósiles. cemento llamado clinker: libera grandes cantidades de dióxido de carbono.

De hecho, la Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que por cada kilogramo de cemento producido, se lanza a la atmósfera aproximadamente la misma cantidad de CO2.

En Australia, la industria del cemento produce más de 10 millones de toneladas de materiales de cemento cada año, liberando alrededor de 7,2 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Y con el aumento de la población y la presión sobre el stock de viviendas, el uso del concreto solo va a aumentar.

Los innovadores buscan mejorar las credenciales ambientales del concreto. Ya han presentado avances como el hormigón "auto-curativo", el "hormigón sobre un rollo", la impresión de hormigón y el cemento que absorbe la contaminación. Ahora, científicos y empresas australianas están encabezando los avances en hormigón verde.